La estrategia estadounidense de confrontación con China

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Durante la última década, China ha alcanzado a EE.UU. en todos los campos, uno tras otro, y en algunos aspectos superado al «tio Sam». Los estrategas estadounidenses más listos abrieron grandes ojos cuando el Banco Asiático de Desarrollo e Infraestructura, hace poco iniciado en China, fue aprobado por los ‘muchachos’ de más peso de América a pesar de la prohibición de Washington. La élite estadounidense piensa que si no se hace nada, los EE.UU. va a perder, y el dominio mundial estadounidense decaerá. Por eso los EE.UU. han desarrollado una nueva estrategia de confrontación con China.

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China alcanza a EE.UU. y lo está sobrepasando.

Algunos lectores estarán familiarizados con que China no sólo sobrepasa a los EE.UU. China si no que va más allá, y no sólo en la producción industrial. También en la investigación y la tecnología avanzada. En las energías renovables y la investigación espacial. Y está a punto de sobrepasar en ciertas áreas dentro de la tecnología militar.

Ya en agosto del 2009 el Pentágono realizó una ‘maniobra’ de guerra económica. No fueron ni generales ni estrategas militares los que llevaron a cabo este simulacro de guerra. Fueron economistas, gestores de fondos y banqueros. Después de dos días intensos de ‘maniobras’ el resultado estaba claro: China ganó, sin ni siquiera sacar un arma!

Si hacemos caso omiso de los políticos y medios informativos incompetentes y corruptos que escriben lo que les dicen, los Estados Unidos tiene gente muy competente y talentosa que está plenamente consciente de lo que está pasando.

El periódico alemán Deutsche Wirtschaft Nachrichten escribe:

En la élite de Estados Unidos parece que un conocimiento asentado está a punto de establecerse. El ex secretario del tesoro Lawrence Summers es el primer político de alto nivel y financiero que lo dijo en palabras muy claras: »La dominación estadounidense del mundo se está acabando». La razón es el infructuoso intento de Estados Unidos para evitar que sus aliados se unan al Banco Asiático de Desarrollo e Infraestructura dirigido por China, ó AIIb como es su sigla en inglés.

Summers escribió en su blog el 5 de abril del 2015 lo siguiente:

«El mes pasado puede ser recordado como el momento en que Estados Unidos perdió su papel de supervisor del sistema económico mundial. No me puedo imaginar otro evento desde Bretton Woods, que sea comparable con la combinación de los intentos de China para establecer una nueva gran institución y el fracaso de Estados Unidos para persuadir a sus aliados tradicionales, incluso el Reino Unido a la cabeza, a que se mantengan fuera».

Las sanciones contra Rusia – un error estratégico de primer orden.

Ha sido un «credo» en la política exterior de Estados Unidos dejar a sus rivales estratégicos que se peleen el uno contra el otro. Nixon puso a China contra la Unión Soviética y Bush padre y Bill Clinton puso a una debilitada Rusia contra China. Iniciando una guerra económica regular contra Rusia en 2014 mientras patrullaba el Mar del Sur de China. Y Barack Obama aplicó una estrategia «magistral» para empujar a sus dos principales rivales a una alianza estratégica global, que une a grandes partes del continente euro asiático en contra de los Estados Unidos. Prácticamente se puede escuchar a Maquiavelo, Sun Tzu y Clausewitz rotar en sus tumbas. En el área de la geopolítica no es posible hacer un peor error.

Es posible que Vladimir Putin creyó que Occidente (léase EE.UU.) lo vió como uno, si no igual, al menos similar. Si él (y su estado mayor) han tenido este tipo de ilusiones, ya se desvanecieron, sin duda, el año pasado. Putin ve que los EE.UU. no se conformará con posicionar la OTAN hasta las mismas fronteras de Rusia,si no que seguirá adelante y dividirá a la mismísima madre Rusia. Y el presidente de Rusia sin duda se ve como el próximo en sufrir el mismo destino que Gadafi, si surge la oportunidad. Por lo que Rusia no ha tenido más remedio que buscar una alianza con China, a pesar de las objeciones estratégicas que el Kremlin tenía contra dicha sociedad.

Hay que recordar que ni una sola vez en los tiempos de Stalin y Mao hubo una buena relación. En 1969 los dos países, incluso estuvieron al borde de una guerra a gran escala por causa de unos conflictos fronterizos en el este.

Beijing también ha estado escéptico de Moscú. En la era zarista Rusia conquistó áreas que tradicionalmente habían estado bajo China, y en la era de ‘Komintern’ la Unión Soviética ambicionaba el rol de hermano mayor con respecto a China. «Cuando estuve (Pål Steigan) en China por primera vez en 1970, me dijo un miembro del Comité Central del PCC a mí: «Si hubiéramos seguido la línea de Stalin, nunca hubiésemos ganado, y no hemos olvidado que el último embajador que renunció a Kuomintang era el embajador soviético.»

Creo que es seguro decir que el tipo de alianza que Vladimir Putin y el presidente de China, Xi Jinping han firmado en los últimos meses nunca ha acercado más a estos dos países. La alianza se basa, naturalmente, en los intereses propios de Rusia y China. Pero no hay duda de que la política agresiva de Estados Unidos, sobre todo en relación con Rusia, han contribuido significativamente a que esta alianza se realice.

La nueva estrategia de confrontación de Estados Unidos contra China.

En marzo del 2015 el Consejo de EE.UU. de Relaciones Exteriores (CFR), publicó un documento de estrategia que lleva por título «Revisión de la gran estrategia de EE.UU hacia China». Se publicó al mismo tiempo que el fracaso de Estados Unidos ante el Banco de Desarrollo de Asia, pero no puede haber sido escrito solo por este motivo, porque se trata de un documento que toma tiempo producir.

El CFR es una institución clave en la élite de primera clase en los Estados Unidos. Entre sus miembros hay 12 ex cancilleres, directores de la CIA, gente de los bancos más grandes, los más poderosos de los medios de comunicación, etc. En la actual Junta Ejecutiva está el ex secretario del Tesoro Robert E. Rubin, la ex secretaria de Estado Madeleine Albright, el financiero cada vez más importante Larry Fink de BlackRock y también se encuentra naturalmente David Rockefeller.

El CFR es la élite de la élite, no es cualquier cosa. Las señales que salen de aquí se aplican en la política estadounidense, no importa quién sea elegido presidente. En informe lo respalda Robert D. Blackwill y Ashley J. Tellis. Blackwill quien era asesor de George W. Bush, junto con Condoleezza Rice y ex embajador en la India. Tellis ha trabajado para la Oficina Nacional de Investigación de Asia y la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.

Y de qué se trata entonces la nueva estrategia? En pocas palabras: del fortalecimiento de los Estados Unidos como potencia imperialista y enfrentar a China, lo que se resume de la siguiente manera:

Revitalizar la economía de EE.UU.
La economía de Estados Unidos tiene enormes problemas, por lo que lo primero es el fortalecimiento de la economía, de manera que sea capaz de competir con China.

El fortalecimiento del aparato militar de Estados Unidos.
El Congreso debería eliminar todos los obstáculos para un aumento sustancial en el presupuesto militar de Estados Unidos. Washington debe intensificar la presencia militar de Estados Unidos (Armada y Fuerza Aérea) en el Mar del Sur de China y el Mar Oriental de China y acelerar el programa de Estados Unidos para los misiles balísticos.

Extender la red de comercio de Asia.
La estrategia principal de Estados Unidos con respecto a China se debilitaría significativamente si no tenemos éxito con el TTP (acuerdo comercial Trans Pacific Partnership). Por lo tanto, la Casa Blanca debe de ratificarlo en el Congreso.

La creación de un régimen de control de la tecnología.
Los Estados Unidos debe trabajar mucho más para impedir el acceso de China a armas avanzadas y tecnología militar de punta. Estados Unidos debe «animar a sus aliados» para impedir el acceso de China a todas las tecnologías, incluyendo la que se utiliza tanto en lo militar como civil.

Aplicar una política cibernética efectiva.
Estados Unidos debería imponer costos a China que superen los beneficios que el país obtiene hoy de tomar un lugar en el ciberespacio. Aumentar las capacidades cibernéticas de los Estados Unidos y mejorar la defensa cibernética.

Reforzar las alianzas con la India y el Pacífico Sur.
Estados Unidos no puede defender sus intereses en Asia sin el apoyo de sus aliados y por lo tanto debemos construir una base política en la periferia de China.

Reforzar la diplomacia con China a alto nivel .
Estados Unidos debería reducir la tensión con China y asegurar a sus aliados que están haciendo todo lo posible para evitar una confrontación con China. Uno debe llevar una diplomacia más activa frente a China a alto nivel.

La agresión de facto.

Después de seis iniciativas estratégicas que implican la confrontación con China viene el último punto que casi es como un chiste. Es posible que esto pueda engañar a uno u otro político ocasional o inconsciente o a un reportero dopado de la prensa leal. Pero no ha engañado a China. En Beijing se ve, con razón, esto como una estrategia para acorralar y debilitar a China, y por último atacar militarmente el país.

La revista ‘Global Times’ que es un portavoz no oficial del gobierno de China comentó la escalada estadounidense en el Mar del Sur de China fechada el 05/15/2015 de esta manera :

«Si Washington da este peligroso paso, no será más que una flagrante violación de la soberanía de China, y los EE.UU. puede contar con potentes contramedidas. Si empeora, el Mar del Sur de China verá un enfrentamiento de relaciones entre China y los EE.UU.

China valora la paz y la estabilidad del Mar del Sur de China más que nadie, por ser del interés nacional fundamental de China. China evita la escalada de las disputas territoriales y marítimas en el contexto geopolítico, y trata de reducir las tensiones proponiendo proyectos económicos recíprocos, de manera poder crear condiciones para las conversaciones. Hasta el momento, con un control eficaz de los riesgos, la confrontación física será poco probable que suceda entre las partes.

Pero si se aventura a cruzar el límite permitido, los EE.UU. hará del Mar del Sur de China un barril de pólvora. Washington sería demasiado ingenuo si piensa que China se mantendrá pacifica en ese escenario. Se debe tener en cuenta que China es una gran potencia con armas nucleares, y así no hay manera de que las fuerzas estadounidenses cometan impunemente acciones imprudentes en el Mar del Sur de China.

 

Pål Steigan/noruego.today

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Pål Steigan. f. 1949 har jobbet med journalistikk og medier det meste av sitt liv. I 1967 var han redaktør av Ungsosialisten. I 1968 var han med på å grunnlegge avisa Klassekampen. I 1970 var han med på å grunnlegge forlaget Oktober, der han også en periode var styreleder. Steigan var initiativtaker til og første redaktør av tidsskriftet Røde Fane (nå Gnist). Fra 1985 til 1999 var han leksikonredaktør i Cappelens forlag og utga blant annet Europas første leksikon på CD-rom og internettutgaven av CAPLEX i 1997. Han opprettet bloggen steigan.no og ga den seinere til selskapet Mot Dag AS som gjorde den til nettavis. Steigan var formann i AKP(m-l) 1975–84. Steigan har skrevet flere bøker, blant annet sjølbiografien En folkefiende (2013).