Los EE.UU. en declive: es la economía, amigos!

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La mayoría de los medios de comunicación noruegos deberían estos días poner anuncios de trabajo con el siguiente titular: «Se busca periodista experto en los EE.UU». No sólo que los periodistas noruegos estaban equivocados, es humano errar, pero estaban todos equivocados y del mismo modo . Y como de costumbre casi todos los comentarios rondaban en fenómenos superficiales. Pero lo que realmente es interesante de la crisis política que los EE.UU. vive ahora, es lo que está bajo la superficie, por no hablar de la economía misma. Estados Unidos es una superpotencia en declive, y es ahora que comienza notarse.


El artículo fue publicado por primera vez en el periódico noruego «Ny Tid» («Tiempo Nuevo»).


En un amplio análisis emitido por la Harvard Business School titulado «Los problemas no resueltos y una nación dividida» publicado en septiembre de 2016. Se demuestra aquí que la economía estadounidense se estanca y retrocede, mientras que ni el sistema económico ni el político es capaz de afrontar los problemas.

La competitividad de EE.UU. comenzó a desmoronarse un buen tiempo antes de la gran recesión. Los retos económicos de Estados Unidos son de carácter estructural, no cíclico. EE.UU. no están tomando las medidas necesarias para frenar el creciente deterioro de la economía del país. Esta incapacidad de tomar las medidas necesarias se deben a una falta de discusión nacional y efectiva sobre la realidad y sobre los retos que enfrentan los EE.UU. La campaña electoral demostró cuan viciada y corrompida es esta comunicación, o la falta de ella. Hillary Clinton llegó a llamar a los EE.UU. «una ciudad brillante sobre una colina», mientras que ahora su país parcialmente es similar a los barrios pobres del tercer mundo.

El análisis de Harvard dice que el rendimiento económico de Estados Unidos alcanzó su punto máximo en la década de 1990 y luego comenzó a desmoronarse cuando se trata de indicadores claves, tales como el crecimiento general, el crecimiento del empleo y la inversión. El crecimiento va bruscamente en caída. Si bien antes se ubicaba en el 3% al 4%, desde el año 2000 ha sido de alrededor del 2%. La recuperación en el año 2015 ha sido reemplazada por un nuevo estancamiento en el año 2016 con tasas de crecimiento que apenas cubren el 1 %.

La tasa de empleo alcanzó su punto máximo en el año 1997. Con un menor número de personas con trabajo el ingreso per capita ha caído. El ingreso medio por hogar ha disminuido desde 1999 y los ingresos se estancan en casi todos los grupos de ingresos. Esto afecta en particular a los grupos de ingresos bajos y medios.

Una similar división se ha producido entre las grandes y pequeñas empresas, según el estudio de la Universidad de Harvard. Las grandes empresas son cada vez más ricas, mientras que las pequeñas empresas están luchando y son incapaces de actuar como motores para la creación de puestos de trabajo.

El trabajador de sexo masculino típico con trabajo 100% obtuvo un promedio de $ 50.383 en el año 2014. El mismo valor en dólares obtuvo un trabajador masculino equivalente a $ 53.294 en el año 1973. Es la influyente Institución Brookings que lo publica. Esto ha sucedido a pesar de que la productividad ha aumentado casi 2,5 veces durante el mismo período. Pero el más rico de los ricos nunca han sido más rico que ahora, escribe Brookings – «están en una clase única.» El 0,01% más rico (centésimas de por ciento, o 1% del 1%) ahora posee el 11,1% de toda la riqueza en los Estados Unidos. Las 16.000 familias más ricas dispone de más de 6.000 millones de dólares, o bien las dos terceras partes de aquellos que están más abajo de la escala de ingresos.

Y luego nos preguntamos porqué hay tantas personas indignadas que se sienten pobres y traicionadas en los Estados Unidos?

El país se está cayendo a pedazos mientras que los bancos pueden utilizar las finanzas del tesoro nacional como su propia cuenta.

La mayor parte de la infraestructura de América fue construida después de la Segunda Guerra Mundial. Esto contribuyó a un gran crecimiento y a que los EE.UU. fuera la primera potencia del mundo. Hoy en día los Estados Unidos utiliza sólo el 0,6% de sus presupuestos públicos para la inversión en infraestructura. La descomposición se lleva a cabo en todas las áreas: carreteras, puentes, túneles, redes eléctricas, redes telefónicas, transporte colectivo, etc.

En su informe sobre el Estado de la Nación en 2013 se expresó Obama gravemente por la reparación inmediata de cerca de 70.000 puentes en mal estado en todo el país en un plan que llama ‘Arréglalo Primero’. Esto costaría 50 mil millones de dólares para todo el sector del transporte. En su lugar, el Congreso aprobó un recorte de $ 1,9 mil millones.

La Sociedad Americana de Ingenieros Civiles dice que si la degradación pública continúa hasta el 2020 dará lugar a la siguiente suma en pérdidas:

– 3100 millones de dólares en pérdidas del PIB, o una pérdida del tamaño de todo el PIB de Alemania.
–100 millones de dólares en pérdidas comerciales, lo que representa el PIB de México.
– 3,5 millones de empleos
– 2.400 millones de dólares en ventas al consumidor, igual al PIB de Brasil
– $ 3.100 en ingresos personales para todos los estadounidenses.

Si los  EE.UU. pierden en el  frente interno, la derrota será aún más importante a nivel internacional. Una vez los Estados Unidos era la fábrica y el innovador del mundo. Hoy es China quien ha tomado el puesto de ser la fábrica del mundo nr. 1 y está emergiendo rápidamente para asumir como el innovador mundial.

Dos titulares típicos del mes pasado en Estados Unidos: CNN: «China está aplastando a los EE.UU. en la ‘guerra económica». Bloomberg: ¿Quién gana una guerra comercial? China.

En agosto de 2009 concluyó el Pentágono su  primer juego de guerra financiera.  Los Juegos de Guerra es un método común para la simulación de conflictos militares. La novedad esta vez fue que no habían ni generales ni estrategas militares que terminaron el juego.

Los jugadores eran economistas, gestores de fondos y banqueros. Después de dos días intensos de juego el resultado era claro: China ganó, sin ni siquiera desenfundar un arma. Los automóviles han sido el símbolo máximo de la economía estadounidense, y los EE.UU. ha sido el fabricante mundial número uno. Ese tiempo se acabó. China produce hoy el 26,7% de los vehículos del mundo y EE.UU. el 13,3%. China es la mayor nación comercial mundial y la mayor los exportadora del mundo. De los doce puertos más grandes del mundo ocho están situados en China. El puerto más grande de los EE.UU. está en el 13. lugar.  Erase una vez que Estados Unidos fue la principal nación aeroespacial del mundo. Ahora dependen de los cohetes rusos para enviar gente a la Estación Espacial Internacional. Mientras China tiene un programa de alunizaje EE.UU. no lo tene. EE.UU. está en siete guerras y tiene cientos de bases militares en el extranjero (aprox. 850).

A su vez China no tiene guerras sino ofertas de cooperación económica y de inversión. Contrariamente el plan de Estados Unidos para crear un contrapeso económico a China, el llamado Acuerdo TPP se quedó trancado. Mientras tanto China desarrolla el banco de inversión asiático y continúa con su programa de inversión gigante llamado ‘La Nueva Ruta de la Seda’ y ‘El Cinturón Económico Regional.  A pesar de que la economía estadounidense todavía es nominalmente mayor que la de China, es menor en relación al poder adquisitivo. Mucho indica que ahora también la hegemonía del dólar está declinando. Qué significa todo esto? Esto significa que se desmorona el imperio. Cualquier intento de aferrarse a ese poder de los EE.UU. conducirá a aún más y más peligrosas guerras. La única forma viable para un Estados Unidos capitalista es tomar su caída con reflexión y renunciar a su papel como nación indispensable. Sin embargo, se ha invertido mucho en este papel. Los multimillonarios dependen de él para mantener el flujo de ‘cash’  y que todo el mundo se sienta como vasallos, también en Europa, que están aterrorizados de lo que ocurrirá si los EE.UU. llega a quitar la protección bajo la que han vivido. Temen que, literalmente se convertirá en un «tiempo de andar sin perro».

La caída del imperio romano.

Los EE.UU.de hoy se parece al Imperio Romano en sus últimos días. Una clase alta rica y decadente. Un proletariado impotente e incompetente. Una infraestructura y un sistema energético que está al borde del colapso. Una moneda que decae en valor y el país está endeudado hasta la coronilla.  Lo único que le impide la quiebra es la emisión de fondos cada vez más sin valor y se prepara para la guerra. Ya a lo largo de las fronteras del imperio los bárbaros proceden como se les da la gana. Los verdaderos gobernantes en los Estados Unidos, y ahora estoy hablando de los oligarcas, no los voceadores llamados políticos, están conscientes de ello. La mayoría de esta clase alta considera que los Estados Unidos deben solucionar los problemas yendo a la guerra, en última instancia, también contra Rusia y China. Sin embargo, una minoría en esta clase alta se ha dado cuenta de como son las cosas y creen que la única manera de salvar el imperialismo estadounidense es detener la agresión y abandonar el papel de policía mundial y conformarse en ser una nación entre naciones. Pero este tema no se atreven a tomar. Y esta falta de auto-comprensión y de análisis sobrio, como el estudio de Harvard también dice, es uno de los principales puntos débiles en los Estados Unidos hoy.

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Pål Steigan. f. 1949 har jobbet med journalistikk og medier det meste av sitt liv. I 1967 var han redaktør av Ungsosialisten. I 1968 var han med på å grunnlegge avisa Klassekampen. I 1970 var han med på å grunnlegge forlaget Oktober, der han også en periode var styreleder. Steigan var initiativtaker til og første redaktør av tidsskriftet Røde Fane (nå Gnist). Fra 1985 til 1999 var han leksikonredaktør i Cappelens forlag og utga blant annet Europas første leksikon på CD-rom og internettutgaven av CAPLEX i 1997. Han opprettet bloggen steigan.no og ga den seinere til selskapet Mot Dag AS som gjorde den til nettavis. Steigan var formann i AKP(m-l) 1975–84. Steigan har skrevet flere bøker, blant annet sjølbiografien En folkefiende (2013).