Europa disimula la guerra en Siria porque espera pingües ganancias.

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El mayor problema para los refugiados de Siria no es el racismo alemán. Ellos están siendo desplazados a causa de que en Siria hay una guerra brutal por el mercado de la energía. La culpabilidad histórica de Alemania consiste en que el gobierno de Alemania, los medios de comunicación y la sociedad civil simplemente disimulan esta guerra. Toda la Unión Europea calla, pues se trata del abastecimiento energético de Europa robándolo a millones de personas.

Este preciso resumen de la guerra en Siria y del rol de Europa proviene del periódico alemán ‘Deutsche Wirtschaft Nachrichten’ (DWN).

El periódico en Internet sigue:

«No hay un debate público en Europa sobre las guerras en Siria, Irak o Libia. Uno puede tener la impresión de que los refugiados provienen de otro planeta como si se tratara de algo o alguien desconocido que es responsable de la miseria de millones de hombres mujeres y niños. La discusión en este país es sobre el trato de los refugiados. Después de darles la bienvenida viene el rechazo. Uno tiene la impresión de que este enorme éxodo se trata de la situación interna de Alemania. Los alemanes deben demostrar que no son racistas. Y esto lo reafirman con argumentos seudo-económicos: debemos estar contentos de que hay tantos refugiados. Pues Alemania es demasiado vieja y necesita profesionales. Entonces es ventajoso que ocasionalmente cientos de miles de personas andan en busca de un nuevo hogar. Se les debe dar formación, educación y trabajo».

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Un campo de refugiados para los refugiados sirios

 

Este enfoque, que es humanamente comprensible, es una burda farsa política. Pues en lugar de utilizar un sinnúmero de programas y entrevistas para discutir si los alemanes son más o menos racistas que otra naciones se deberían tener discusiones públicas, apasionadas y furiosas acerca de cómo lo más rápido posible se debe poner fin a la guerra en Siria, para que estos desplazados no sean privados de sus derechos y oportunidades de vivir en su tierra natal.

Las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Siria siguen siendo válidas. La abolición de ellas sería fácil. Pero la UE es, al igual que Alemania partícipe de esta guerra, pues esperan sacar provecho de ella. La sociedad civil también falla en su totalidad. El Cardenal de Colonia Woelki utiliza una lancha en zozobra para mostrar que los cristianos deben solidaridad con los refugiados. Eso es cierto, pero el cardenal debería más bien con espíritu cristiano-pacifista condenar los asesinatos en Siria para poner fin a ellos. Así las personas no se ven obligadas a salir en tales embarcaciones. Pero sobre la guerra en curso el cardenal no dice nada en su sermón, de otro modo elaborado inteligentemente.

syria krig

«Das war also des Pudel Kern! (Trad. »eso es el quid de la cuestión’) como escribe Johann Wolfgang von Goethe en Fausto. Es lo mismo que yo y otros escritores aquí en steigan.no desde que comenzó la guerra han tratado de conseguir que la gente en Noruega entienda. En el artículo ‘Ayudemos a los sirios donde están – paren la guerra! Escribo:

«Sólo hay una solución a este desastre humanitario: es detener la guerra». Los políticos noruegos exigen ser apreciados como héroes humanitarias porque van a tomar un puñado de refugiados sirios por más de dos años (ya que, evidentemente piensan que esta guerra debe continuar?). Pero ninguno de ellos, ni uno solo de estos humanistas han exigido de que la guerra debe terminar. Entonces este humanismo es la más pura hipocresía.

Hemos ayudado a hacer de Siria una miseria y continuamos haciéndolo. Nuestros aliados bombardean ese país con el pretexto de «la lucha contra el Estado Islámico (EI).» Nuestros aliados están enviando armas y dinero que terminan en las manos de al-Qaeda y Ei. Nuestros aliados colaboran en vender el petróleo robado de Siria en el mercado negro mundial. Pero protestar nosotros los noruegos? ¡No!

El partido en el gobierno compartido de derecha (Partido del progreso) FRP dice que «ayudará a los sirios donde están.» Pero no lo hacen. La única ayuda a los sirios que pueda tener relevancia es detener la guerra, ni siquiera el año que viene, si no de inmediato – ahora! Así se pondrá fin a esta catástrofe. Otras alternativas no las hay.

Y todavía esperan estos auto-proclamados humanistas que los aplaudan por su compasión por los refugiados, pero ninguno de ellos exige que Noruega deje sin efecto las sanciones de hoy y que hay que dejar de apoyar la guerra inmediatamente.
O que hay que exigir que los EE.UU. y la OTAN dejen inmediatamente de apoyar, armar y entrenar a los matarifes de Siria.

Y la razón de la guerra es fácil de comprender. No se trata de democracia, pues nunca ha sido. Es sólo un cuento, una farsa para un público ingenuo. La razón es simplemente como el periódico alemán DWN escribe:

«Rusia es el principal proveedor de petróleo y gas a Europa. Esta fuerte posición de Rusia quiere Estados Unidos romper. Y Arabia Saudita y todos los demás reyes árabes en el Golfo Pérsico colaboran. Juntos van a ayudar que los nuevos oleoductos y gasoductos fluyan a través de Siria para proveer a los europeos de petróleo y gas árabe.

O como escribí en el artículo ‘La guerra de Siria: es el gas, estúpido’!

Las personas huyen de una guerra por el gas natural y el control del mercado.
Para las dictaduras del petróleo es la guerra en Siria un mercado de inversión. Para Arabia Saudita es también una inversión en la creación de una hegemonía sunita con el aguijón contra Irán. Esto es imperialismo puro de la clase más fatal. Cientos de miles de personas mueren, millones huyen. Qué importa si los beneficios del petróleo y del gas se pueden asegurar para las próximas décadas?

Noruega está estrechamente vinculada con Arabia Saudita y Qatar, además de que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para ser la ramera más dócil del Pentágono. Por lo tanto, no es nada extraño que la guerra y las razones de la guerra no se discutan en Noruega. Les conviene a los especuladores de petróleo y armas desviar la atención del público disimulando sus lúgubres motivos.

 

Pål Steigan/noruego.today

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Pål Steigan. f. 1949 har jobbet med journalistikk og medier det meste av sitt liv. I 1967 var han redaktør av Ungsosialisten. I 1968 var han med på å grunnlegge avisa Klassekampen. I 1970 var han med på å grunnlegge forlaget Oktober, der han også en periode var styreleder. Steigan var initiativtaker til og første redaktør av tidsskriftet Røde Fane (nå Gnist). Fra 1985 til 1999 var han leksikonredaktør i Cappelens forlag og utga blant annet Europas første leksikon på CD-rom og internettutgaven av CAPLEX i 1997. Han opprettet bloggen steigan.no og ga den seinere til selskapet Mot Dag AS som gjorde den til nettavis. Steigan var formann i AKP(m-l) 1975–84. Steigan har skrevet flere bøker, blant annet sjølbiografien En folkefiende (2013).