El 29 de octubre de 2016, al menos 60 civiles murieron y muchos otros resultaron heridos en un ataque aéreo de Arabia Saudita que afectó a una prisión en el Mar Rojo. Los muertos eran presos y gendarmes. Los testigos dijeron que los aviones iban dirigidos directamente a atacar la cárcel. Esto escribe el periódico Democracy Now!
Fuentes saudíes afirman que atacaron una base militar, escribe Reuters. Pero fue, sin duda, una cárcel donde los afectados y las víctimas eran civiles.
El periódico The Guardian escribe que el ataque se produjo pocas horas después que Arabia Saudita y sus aliados habían bombardeado varias viviendas civiles en la ciudad de Taiz donde hubo 18 muertos, incluidos niños.
Los Estados Unidos elogia y ha proporcionado a Arabia Saudí apoyos de inteligencia, suministro de combustible en vuelo y armas modernas. Esto a pesar del hecho de que Arabia Saudita ha bombardeado mercados, escuelas, hogares, hospitales y la infraestructura civil, incluidos los suministros de alimentos. La ONU dice que el bloqueo de Jemen por Arabia Saudita ha llevado a por lo menos 14 millones estar sin alimentos. La Organización Mundial de la Salud advierte del brote de cólera en Jemen, que hasta ahora ha matado a 40 niños.
Yevgeny Yevtushenko dijo una vez que «Cuando la verdad se sustituye por el silencio, el silencio es una mentira.»
Editorialistas y políticos occidentales están completamente en silencio sobre los crímenes de guerra que nuestros aliados están cometiendo en Jemen, y este silencio es en sí mismo una mentira. Permiten que las matanzas se realicen sin protestas y sin permitir que sus ciudadanos se enteren de lo que está pasando.