El ex secretario de Estado, Madeleine Albright –quien expresó que 500.000 niños iraquíes muertos era «un precio que vale la pena pagar»– recomienda ahora que los Estados Unidos debe ir a una guerra a gran escala en Siria. Esto se desprende de un informe al Congreso de Estados Unidos, escribe Reuters.
El informe fue elaborado por un grupo dirigido por Albright del Partido Demócrata y el ex asesor de seguridad Stephen Hadley del partido republicano. La mayor parte del informe fue escrito antes de la victoria electoral de Donald Trump y probablemente Hillary Clinton habría seguido su consejo. Cual es la política de Trump en Siria aún no está clara. En la campaña electoral dio señales de cooperar con Rusia para aplastar al Estado Islámico (EI), pero qué pasará cuando asuma el cargo es otro asunto.
Ver también protestas de estudiantes norteamericanos sobre los crímenes de guerra en el Medio Oriente.
El informe dice:
«Aislarse es una ilusión peligrosa. Los Estados Unidos deben estar preparados para emplear el poder aéreo, mantenerse en armas, planear medidas encubiertas y dar un mayor apoyo a las fuerzas de oposición para romper el sitio actual en Alepo, y así frustrar los intentos de Assad de consolidar el control de los centros de población occidental en Siria».
Comentarios de Reuters:
Los Estados Unidos tiene hoy dos líneas principales de ataque en Siria: una operación encubierta de la CIA que respalda las fuerzas de oposición que intentan expulsar a Assad y otra operación militar más amplia que utiliza los ataques aéreos y las fuerzas de combatientes especiales para atacar al Estado islámico y Al Qaeda.
El informe sostiene que las fuerzas de oposición apoyadas por EE.UU. deberían además atacar objetivos del gobierno de Assad.
La realidad sobre el terreno en Siria parece echar en tierra los planes bélicos de Albright antes de presentar su informe. Siria y Rusia, obviamente quieren hacer un contraataque estratégico antes de que Trump emita su juramento presidencial. Los yihadistas al este de Alepo han sufrido reveses importantes y ahora están sin posibilidades de adquirir suministros. El secretario de estado John Kerry ha rogado a Rusia para que los mercenarios tengan paso libre, pero algo así no se acepta. En cambio, parece que los EE.UU. y Rusia van a reanudar las negociaciones en Ginebra.
La alta rama militar del Pentágono se ha dado cuenta de que los mercenarios occidentales no pueden ganar la guerra en Siria. Y Barack Obama no da señas para hacer un último y desesperado intento por cambiar el rumbo de la guerra en las pocas semanas que le quedan a la Casa Blanca.
steigan.no/noruego.today