La batalla de Alepo será el futuro de Siria

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Durante meses se ha venido creando una complicada situación en la parte norte de la ciudad más grande de Siria, Alepo. El resultado de esta batalla puede determinar el futuro de Siria. Para Siria se trata de su supervivencia como país y como estado unificado. Para los EE.UU. se trata de un «Plan B» para dividir a Siria en enclaves. En cuanto a Turquía y las dictaduras petroleras árabes esto es una guerra a muerte para ganar el control sobre Siria usando sus mercenarios jihadistas.

No hay «rebeldes moderados»

En Occidente, y especialmente en los medios de comunicación occidentales y las organizaciones no gubernamentales (ONG) aún vive idea que hay «rebeldes moderados» en Siria. No hay rebeldes moderados en Alepo. Siria se enfrenta a una guerra de una colección de ejércitos jihadistas que están respaldados principalmente por Turquía y Arabia Saudita, con Estados Unidos como base principal. El ‘Washington Institute’, que es un centro de estudios  cercano al Partido Demócrata y que tiene fuertes lazos con Israel, escribe en un resumen sobre quienes son los enemigos de Siria que están luchando en Alepo:

»Los principales grupos rebeldes en esta área son Jabhat al-Nusret, Ahrar al-Sham, Harakat Nour al-Din al-Zinkia y la brigada sultán Murad (un grupo de Turkmenistán muy cerca de Turquía). Estos grupos son formalmente miembros de la organización paraguas rebelde Jaish al-Fatah apoyados por Arabia Saudita y Turquía.

Todo estos son grupos jihadistas de la peor clase. Ellos son de la misma tela como el Estado Isamico (Ei). A veces luchan entre sí y los Estados Unidos tienen la experiencia que han apoyado estos grupos que luego han mantenido feroces batallas uno contra el otro. Pero eso no cambia el panorama, pues son grupos terroristas jihadistas que dependen del apoyo de Arabia Saudita y Turquía.

El objetivo de Rusia

El ‘Washington Institute’ hace un resumen razonable de lo que ha sido y sigue siendo los objetivos de Rusia en Siria.
Estos son:

  1. Proteger la zona costera densamente poblada en la que Rusia también tiene sus bases.
  2. Ayudar al gobierno de Siria a rechazar las milicias lejos de las grandes ciudades de Homs, Latakia, Alepo y Damasco.
  3. Cortar las líneas de suministro a las milicias.

Los dos primeros objetivos están ya casi logrados. Ahora la batalla o las batallas son sobre las líneas centrales de suministro jihadista. En donde el norte de Alepo juega un papel clave. Por aquí fluyen las armas y el equipo militar de Turquía. Hay una corta distancia desde el norte de Alepo a través del llamado corredor de Azaz a Turquía.

La fuerza aérea rusa ha sido crucial en este proceso. El ejército de Siria estaba a la defensiva antes de que Rusia interviniera, pero con la dominación rusa en el aire y una guerra más eficaz contra las fortalezas jihadistas se cambió el curso de la guerra. Si se logra cortar el flujo de suministros a los jihadistas estarían éstos corriendo a su derrota final.

Los enemigos de Siria no renuncian

Las fuerzas que desde 2011 han luchado abiertamente para triturar o dividir Siria y que han causado tanta devastación y sufrimiento al país y su gente, sin embargo no se dan por vencidos. Turquía conduce la guerra a través de intermediarios que atacan a Assad, a los kurdos y a Irán. Arabia Saudita, Qatar y otras dictaduras petroleras también participan, incluso a través de terceros para debilitar a Irán y establecer una dictadura religiosa y para exportar su propio petróleo y gas hacia Europa.

Israel está trabajando entre bastidores para dividir Siria en enclaves para realizar un viejo sueño de hegemonía en la región. Y para los Estados Unidos esto es una guerra por el petróleo y el gas. Además por el control del Oriente Medio y para cercar a Rusia e Irán.

Especialmente para las dictaduras petroleras y Turquía sería desastroso perder la guerra contra Siria. Pues tendría muy rápidamente un fuerte impacto en el frente interno turco. No es exagerado decir que hay una guerra civil en el este de Turquía, donde el ‘sultán’ Recep Erdogan está tratando de desbaratar completamente el movimiento kurdo. La derrota en Siria sería capaz de llevar la guerra a Turquía en una escala mucho mayor. Las dictaduras petroleras árabes son inestables y pronto podrían tener sus propias guerras civiles que atender si los jihadistas pierden en Siria. Y los turcos tienen fuertes intereses estratégicos en hacerse con el control de Siria. El nuevo rey de Arabia Saudita, Salman, también tiene una política exterior religiosa más pronunciada que su predecesor Abdullah.

Por lo tanto, hacen todo lo posible para apoyar a los terroristas en Alepo y el norte de Siria. Y por eso la brutal batalla continúa.

A pesar de que los EE.UU. y sus aliados en el Medio Oriente tienen intereses comunes, no son idénticos. EE.UU. con mucho gusto querría jugar la carta kurda en Siria y usar al YPG kurdo para dividir Siria en enclaves. Turquía considera esto como traición de la más pura, ya que los kurdos son sus archi-enemigos. Sin embargo para los Estados Unidos es arriesgado centrarse exclusivamente en los kurdos ya que los árabes sunitas son el grupo étnico mayor. Por lo tanto los EE.UU. también apoyan a aquellos grupos enemigos de los kurdos. Lo que  conduce a una gran frustración entre los aliados de Estados Unidos, como se lee en este artículo en el ‘Gulf News’.

¿Cómo va la batalla por Alepo?

Es prácticamente imposible obtener información imparcial sobre la batalla de Alepo. Todas las partes en conflicto también conducen la guerra en los medios de comunicación. La prensa turca solía dar un contrapeso a la propaganda del gobierno, pero Erdogan amordazó a los periodistas y debilitó esta fuente, si no la eliminó totalmente. Los medios de comunicación rusos e iraníes traen una gran cantidad de noticias, pero tienen por supuesto sus propias agendas. Pero con esto en mente, uno se puede formar una imagen de una guerra que es muy dura y que los jihadistas van perdiendo, aunque también se consolidan en algunos lugares. El liderazgo militar de Rusia afirma que las fuerzas militares turcas comandan tropas del Estado Islámico cerca de Alepo, según su portavoz Maria Zakharova.

El canal ruso RT escribe que fuerzas especiales británicas están ahora en Siria además de las fuerzas especiales de Estados Unidos. Francia ha confirmado que fuerzas especiales francesas apoyan a los rebeldes en Siria. Alemania también enviará fuerzas especiales para el norte de Siria. Todo esto es, por supuesto, en violación del derecho internacional, ya que no ha sido aprobado por el gobierno legítimo de Siria.

Rusia también afirma que 160 jihadistas de Al Nusret han entrado en Siria desde el lado turco de la frontera.

El embajador de Siria en Moscú, dijo según TASS que una victoria de Siria en Alepo significará «una derrota para todos los grupos terroristas en Siria».

El periódico The Daily Beast escribe:

»El Kremlin dice que algunos de los rebeldes apoyados por EE.UU. no sólo trabajan con Al Qaeda, sinó que se niegan a cortar la relación. Por lo tanto no es culpa de Rusia que los aliados de Estados Unidos estén trabajando muy ligados con un grupo terrorista y que Rusia golpee accidentalmente a los rebeldes apoyados por EE.UU. en su guerra contra los extremistas en Siria».

Y el hecho es que los rusos no están totalmente equivocados. Algunos de los rebeldes apoyados por EE.UU. juegan en el equipo de Al Qaeda.

La institución «privada CIA» de EE.UU. Stratfor opina que la batalla por Alepo es crucial para la guerra en Siria, o como se dice en un artículo de ‘el destino de Siria está en Alepo’.

Con las principales operaciones militares en curso en Alepo y más por venir, la provincia se está convirtiendo en el punto focal de la guerra en Siria. De las batallas en curso en la región la mayor y más decisiva es la lucha entre los rebeldes y los leales de la ciudad dividida de Alepo. Como otra ronda de conversaciones viene en Ginebra la batalla por la ciudad es crítica tanto para las fuerzas del gobierno sirio como para los rebeldes contrarios. Damasco espera consolidar su posición y conversar de una transición política a través de una victoria militar decisiva en Alepo. Mientras tanto, los rebeldes están luchando por la supervivencia de su causa. Si los rebeldes pierden Alepo una victoria militar contra Damasco su sueño se convertirá en una lejana ilusión y su posición de negociación en Ginebra será severamente comprometida.

Pål Steigan/noruego.today
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Pål Steigan. f. 1949 har jobbet med journalistikk og medier det meste av sitt liv. I 1967 var han redaktør av Ungsosialisten. I 1968 var han med på å grunnlegge avisa Klassekampen. I 1970 var han med på å grunnlegge forlaget Oktober, der han også en periode var styreleder. Steigan var initiativtaker til og første redaktør av tidsskriftet Røde Fane (nå Gnist). Fra 1985 til 1999 var han leksikonredaktør i Cappelens forlag og utga blant annet Europas første leksikon på CD-rom og internettutgaven av CAPLEX i 1997. Han opprettet bloggen steigan.no og ga den seinere til selskapet Mot Dag AS som gjorde den til nettavis. Steigan var formann i AKP(m-l) 1975–84. Steigan har skrevet flere bøker, blant annet sjølbiografien En folkefiende (2013).