¿Quién dió la orden del ataque noruego a Libia en 2011?

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​El 19 de marzo del 2011 el entonces primer ministro Jens Stoltenberg lanzó un comunicado de prensa que decía lo siguiente: «Noruega responde a la OTAN que Noruega está dispuesta a contribuir con hasta 6 aviones F-16 como contribución a la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad» Esta fué tomada como una declaración de guerra contra un país independiente con el que Noruega no tenía ningún conflicto. Pero, ¿quién había decidido que Noruega debía ir a la guerra? Es hora de que el pueblo de Noruega y el pueblo de Libia tenga una respuesta a ésto.

Explicación vaga del Ministro del Exterior noruego Störe.

El biógrafo no oficial de Jonas Gahr Störe, Ståle Wig,  escribió en un artículo publicado en el periódico Aftenposten el 1.10.2015 y de manera muy crítica lo siguiente:  «¿cómo es el proceso de toma de decisiones entre países como París y Londres?  ¿Qué significa ésto? ¿Fué Noruega presionada por las autoridades francesas y británicas?

«Sí, se puede decir mucho acerca del preludio de la acción» -escribe el ministro Störe-. Además, también puede «decirse mucho acerca de su ejecución».

El problema es, simplemente, que no lo hace. Cuatro años después de que los pilotos noruegos – en nuestro nombre – lanzaron 598 bombas sobre territorio africano. La pregunta persiste: ¿Cómo pudo pasar ésto?

Actualmente no existe una respuesta oficial por parte del gobierno, ni del anterior ni del actual a la pregunta que hace Ståle Wig. Pero él nos dice que él encontró algunas pistas que condujeron a la decisión de ir a la guerra.

El viernes por la tarde del 18 de marzo del 2011 se escribió algo histórico en el despacho de trabajo en la casa del primer ministro noruego Jens Stoltenberg. La sala de estar, donde se suponía que la reunión se iba a realizar era algo estrecha. Donde el sr. ministro se celebraba el compromiso de su hija y por lo tanto había ánimo de fiesta con sus amigas. Estaban por reunirse el canciller, el ministro de Defensa, el jefe militar y un representante de los servicios de inteligencia que se tuvieron que abrir paso entre la concurrencia de chicas, que no tenían ni idea de que los hombres de traje se venían para discutir sobre si Noruega por primera vez atacaría con bombas el territorio norafricano.

Así fue como el 1.er ministro Jens Stoltenberg, el de exterior Jonas Gahr Störe, la de defensa Grete Faremo, el general Harald Sunde y un representante no identificado del Servicio de Inteligencia se sentaron a conversar. Si Ståle Wig tinene razón, eran estos cinco los que decidieron que Noruega entrara a la guerra. A continuación, se llamó y envió mensajes de texto (sms) a algunas personas  del gobierno y líderes de los partidos en el Parlamento (Stortinget).
En la biografía de la entonces líder del Partido de la Izquierda Socialista (SV), sra. Kristin Halvorsen dice:

«El viernes 18 marzo, aproximadamente a las 5 pm. estando yo de asueto en mi cabaña en la montaña, me llamó el ministro del exterior sr. Störe. Urgía confirmar el envío se las fuerzas noruegas, pues el primer ministro debía ir a una cumbre en París al día siguiente. Jens Stoltenberg (1.er. ministro) quería llevar ‘algo que poner en la mesa’. El viernes por la noche hubieron muchos teléfonos entre el 1.er ministro Stoltenberg, Halvorsen y la líder del partido Centro sra. Liv Signe Navarsete, que estaba en el congreso de su partido más al norte de la capital de Oslo.

La mañana del sábado, antes de que Stoltenberg tomara el avión a París, llamó de nuevo a Halvorsen y Navarsete. Él quería una reconfirmación e indicó que Noruega tenía ya disponibles seis aviones F-16 «.

Pero, ¿quién le dió la orden?

El gobierno tenía una reunión de gabinete el viernes 18 de marzo de 2011. Ésto fué sólo unas pocas horas antes de que los cinco funcionarios de gobierno decidieran echar a Noruega a una guerra. Pero, ¿fué el ataque contra Libia siquiera discutida en la reunión de gabinete? Porqué no sale nada en el acta oficial de la reunión de gabinete que lo diga. La orden del día rezaba:

1. Proposiciones e informes.
2. Mesas directivas y comitees.
3. Quejas y otros.
4. Nombramientos y otros.
5. Diverso.

Lo única «controversial» que había era una queja del «Helicóptero Rosado» del departamento de Justicia y Policía que se rechazó y la queja no fué cursada. Los asuntos exteriores eran: La ratificación de los acuerdos con Serbia, el programa de apoyo a la cooperación audiovisual con profesionales de terceros países y autorización al Ministerio de Asuntos Exteriores para informar sobre acuerdos con potencias extranjeras firmados en 2009.

Apenas unas horas después de esta reunión del Gobierno de Noruega atacarían un país miembro de la Organización de las Naciones Unidas, un ataque que dejaría consecuencias desastrosas, y de ésto no hay rastro en el acta de la reunión de gabinete. Punto que naturalmente debería haberse tratado como un asunto grave.

Se plantean entonces dos preguntas: ¿No fué tratada esta guerra en la reunión del gobierno? ¿O fué tratada, pero se omitió por motivos de seguridad u otras razones?

Poner fin a todo el secreto.

Ahora, casi cinco años después de la guerra, y tal vez en el umbral de una nueva guerra occidental en Libia, los noruegos tienen derecho a saber lo que pasó. Las consideraciones de seguridad no pueden ser una razón válida para mantener en secreto el proceso de decisión. Ya en resumidas cuentas todos aquí saben lo que pasó. Destruimos Libia. Lo que no sabemos es el proceso formal y el fundamento de la toma de decisiones.

Si es así como se manejó la guerra, pero se omite del informe oficial, la Oficina del Primer Ministro podría responder fácilmente cualquier resolución que fué aprobada en consejo de ministros del 18 de marzo de 2011, y qué tipo de mandato el primer ministro recibió allí.

Así como puede verse, la guerra no fué discutida, y no se le dió una orden en la reunión de ministros de lanzar a Noruega a la guerra. Si éste es el caso, debe iniciarse una investigación judicial contra el 1.er ministro Jens Stoltenberg y todos los demás participantes, tanto en la reunión de ministros y participantes en la reunión preliminar en la residencia de Stoltelberg con miras a un proceso penal.

Lo que está bastante claro es que no era el Parlamento (Stortinget) quién decidió enviar a Noruega a la guerra, así como creo que la Constitución noruega exige. Pero hasta ahora, todo apunta a que tampoco fué el gobierno. ¿Cómo se denomina cuando un pequeño grupo en un gobierno va a la guerra sin la existencia de una decisión del gobierno al respecto?

 

Presión de los EE.UU.?

El ministro de defensa sr. Störe había estado en contra de ir a la guerra sólo días antes de que ésto sucediera, pero se viró ese viernes de marzo del 2011. Ståle Wig escribe: «Un diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Oslo, que permanecerá en el anonimato, dice: «La orden de guerra llegó de otra fuente».

Aquí, hay que adivinar. La publicación de los mensajes de correo electrónico de la ministro de asuntos externos de EE.UU. Hillary Clinton han demostrado que la guerra de Libia era en sumo grado una «guerra de ella». ¿Es probable entonces que esta «otra fuente» que el diplomático anónimo del Ministerio del Exterior noruego del que hablabamos indique al Departamento de Estado de Estados Unidos?  tal vez incluso a la propia Hillary Clinton?

Hillary Clinton y su colega Jonas Störe se conocían ya de solo unos meses antes. A ella le bastó una rápida llamada telefónica al ministro noruego para éste le transfiriera unos millones fiscales a la Fundación Clinton.

Tambén una llamada telefónica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Estados Unidos probablemente sería suficiente para que el ministro Störe se uniese a los bombardeos. Pero ¿fué uno de esas llamadas por teléfono que las que hicieron que  los cinco políticos declararan una guerra sin que el gobierno fuese capaz de discutir el asunto?

Necesitamos saber ésto ahora. ¿Quién era «la otra parte»?

El manejo del gobierno de coalición noruego en lo de la guerra contra Libia quedará para siempre como una mancha indeleble en la historia del país. En Noruega se requiere más documentación para construir un cobertizo para bicicletas que para el gobierno lanzarse a la guerra y destruir a Libia.

PS: Para nuestros colegas de los otros medios de comunicación: ¿Por qué ustedes callan? Los periódicos «Lucha de clases» o el Aftenposten?  ¿Las radios y los canales noruegos??

Pål Steigan/noruego.today

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Pål Steigan. f. 1949 har jobbet med journalistikk og medier det meste av sitt liv. I 1967 var han redaktør av Ungsosialisten. I 1968 var han med på å grunnlegge avisa Klassekampen. I 1970 var han med på å grunnlegge forlaget Oktober, der han også en periode var styreleder. Steigan var initiativtaker til og første redaktør av tidsskriftet Røde Fane (nå Gnist). Fra 1985 til 1999 var han leksikonredaktør i Cappelens forlag og utga blant annet Europas første leksikon på CD-rom og internettutgaven av CAPLEX i 1997. Han opprettet bloggen steigan.no og ga den seinere til selskapet Mot Dag AS som gjorde den til nettavis. Steigan var formann i AKP(m-l) 1975–84. Steigan har skrevet flere bøker, blant annet sjølbiografien En folkefiende (2013).